Libertad bendita que me persigue
en las noches calientitas
al lado de tu ser, y me envidia
y me mira, sueña con ser la dueña
de tu bien, no no lo lograra, yo soy quien
recibe tus besos, añades el poder
y ahora entre tus brazos
me pierdo en el ayer,
y no, no busco el destino de la roca
perdida, ni la paranoia de la gente,
busco tu cabeza con ideas,
la sonrisa que me inquieta, las manos
y los pies
del hombre aquel que me hace ser,
no no quiero paz ni tranquilidad busco la felicidad
que me envidia, la sonrisa que me encuentra
por las noches, oliendo las ropa
que despedides de tu cuerpo.